La sensibilidad siempre ha estado en mi y digamos que mi manera de expresarla siempre fue a través del arte.
Empecé con tan solo seis a bailar en mi pueblo, Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), rompiendo contra todos los cánones establecidos y sin pensar mucho en lo que la gente pensase de mí, me sentía libre al subirme a los escenarios.